El año 1971 representó para mi vida un año crucial.
La firma EVARISTO RIERA, que se dedicaba a la fabricación de cajas de lujo para bombonerías y adornos selectos de Navidad, me contrató para representarles y viajar por toda España ampliando la empresa.
Después de un viaje de prueba, inicié el primer viaje de los dos que hacía cada año, uno en Febrero, para presentar la colección de primavera, y otro en septiembre para la colección de Navidad. Para hacerlo más distraído, me lleve la lista de socios de la Agrupación de Miniaturistas Militares. Creo que fue una buena idea, pues esto me permitió conocer a muchos socios que, por serlo, me recibieron con los brazos abiertos. Me mostraban sus colecciones y, si eran fabricantes, me enseñaban sus trabajos y me contaban sus proyectos. Aprendí mucho con ellos y,sobre todo, conocí personas de gran calidad que, ya por siempre, han sido amigos.
La ruta de aquel primer viaje debía ser Valencia, Madrid, Bilbao, Zaragoza y Barcelona. En Valencia había pocos socios de la A.M.M. Tuve ocasión de llamarles y vinieron a saludarme algunos al hotel. Por la noche, fuimos a cenar y, luego, el más joven me llevó a casa de sus padres, donde vivía, para enseñarme una gran colección de maquetas de aviones de todos los modelos hechas por él. Era una preciosa estantería de cristal que ocupaba todo un lado de la habitación, detrás había una pared de cristal translucido, iluminado por detrás, que dejaba caer una luz suave sobre los aviones, me parecíó un buen trabajo y le felicité por ello.
También tuve ocasión de visitar, en Burjasot, a D. Ángel Comes y su hijo, los dueños de ALYMER. A D.Ángel ya le conocía, pues nos había visitado un par de veces en la Agrupacìón de Miniaturistas. Tenían montada una fábrica realmente importante, con más de cincuenta personas en una gran sala, montando, soldando y pintando infinidad de figuras. Cada persona trabajaba en una mesa individual, como en una escuela. Me llenaron de catálogos, pero no me pude llevar ninguna figura, pues solo las vendían pintadas.
COLECCIÓN de figuras de la ARMERIA del PALACIO REAL de MADRID
En Madrid fui conociendo, poco a poco, las tiendas dedicadas al miniaturísmo. Cháuve me cautivó enseguida, con sus vitrinas llenas de figuras, de todas las firmas más importantes, Labayen, y otras. Recuerdo que me admiró ver un gran diorama con el Abrazo de Vergara, con multitud de soldados en formación, carlistas y liberales ¡magníficos!
En la calle Arenal había varias tiendas. Una era Palomeque. Cuando yo fui, solo pude comprar estampas de uniformes (que aún conservo), de Salas y de Carlo, y unas láminas grandes muy buenas de Román. Me gustaría ponerlas en el blog si a alguien le interesan.
En la calle Mayor nº 4, al lado de la Plaza Mayor, en una planta de unas galerías comerciales estaba la tienda que mas visitaba en Madrid, se llamaba Barreira Militaria (ahora se llama El Infante, y está en la calle Alcántara). Era una tienda señorial, donde había de todo lo que pudieras apetecer. Rafael, con su sonrisa amable y su paciencia, siempre estaba dispuesto a satisfacer tus deseos. Allí conocí a Andrea y a Tomas Castaños, de los que ya sabía, pues se carteaban con mí amigo Andrés Baget. Con Tomas Castaños tuve después mucho trato. Montó un taller de figuras muy bien esculpidas, se llamaba “TAXDIR Miniaturas”, de escala 40mm. Yo compraba las figuras sin pintar primero porque salían más baratas, y a mí me gustaba pintarlas. Tengo hechos varios dioramas y aun me quedan figuras. Cosa curiosa, allí pude departir con el cantante Sergio (de la pareja SERGIO Y ESTIVALIZ) muy famosos en aquella época, que tenía una gran habilidad para esculpir figuras de gran tamaño (90mm) en bronce y se las pasaba a Rafa para que se las vendiera.
La verdad es que Madrid tenía, y sigue teniendo las mejores tiendas del ramo, solo que algunas de aquellas tiendas estaban montadas con un gusto y un empaque señorial que ya nunca más he visto. En la calle GOYA había una especie de tienda pequeña en unos bajos, no tenía rótulo la tienda, pero en la tarjeta que me dieron ponía “EL CID”. Como me mostré interesado por sus figuras, se ofrecieron a llevarme a una exposición que tenían en otro lugar. Fue deslumbrante, allí había colecciones completas de L’CIMIER, HINCHLIFFE, NORMAN NEWTON y otras marcas de renombre, también hacían las suyas muy bien acabadas, pero todo a unos precios muy altos. El local era una preciosidad, unas grandes vitrinas de espejo muy bien iluminadas, llenas a rebosar de figuras, empotradas en unas paredes forradas con madera de caoba y suelos tapizados con moqueta roja. Yo no podía ni soñar con comprar nada, pero visto mi interés y admiración, conseguí que me vendieran algunas sin montar ni pintar. En los siguientes años seguí pasando y comprando piezas para montar y pintar, se creó cierta amistad al considerarme colega suyo, enseñándome de buena gana sus métodos de pintura y montaje. Este artista era Javier Morano, por lo que he sabido después. Con el tiempo llegué a tener completo “el juego del Ajedrez “ de L´CIMIER y la Historia de la caballería Española, que terminé vendiendo al amigo J.TENA.
Otro lugar que frecuentaba era el club DRAGON donde siempre me recibieron como un amigo. Los sábados por la tarde se reunían y allí hice amistad con el grupo, conocí a Santiago de la Peña, a Hermógenes, que entonces era el presidente, con el que tuve una gran amistad. Pintaba muy bien y estaba lleno de ideas. Lástima que para los negocios tuviera poca mano. Cada vez que yo volvía a Madrid, me lo encontraba en un local distinto. No sé qué pasaba, pero siempre terminaba cerrando y tuvo buenas ocasiones de prosperar. La primera vez que le conocí, tenía un negocio con la firma inglesa BATTLE HONNORS que era el siguiente: el les pintaba las miniaturas, que eran napoleónicos de 15mm modeladas magníficamente por BARTON, un famoso escultor inglés, y ellos le pagaban mandándole más figuras, y dándole la exclusiva en el mercado español. Esto funciono un tiempo, hasta que, debido a que Hermogenes daba a pintar las figuras a gente que no tenía idea y lo hacía muy mal, le quitaron la exclusiva y se rompió el pacto. Pero mientras duro, le fui comprando, hasta que conseguí que en GIGAMESH de Barcelona me hicieran caso y las pidieran para vender.
Si,por favor cuelgue las la´minas que compró en la calle Arenal.
ResponderEliminarMagnífica colección de figuras de la Armería. Yo aún me arrepiento de haber comprado sólo a Carlos V en una tienda de un Parador Nacional.
ResponderEliminarInteresantes vivencias en esa ruta por España y exacta descripción de las tiendas y artesanos. Con respecto a CID, su titular era Julio Cid y la tienda grande estaba en la calle Pelayo. Allí trabajaba en efecto Javier Morano, gran persona y magnífico miniaturista, fallecido prematuramente; recuerdo que realizó una serie de figuras de legionarios en 90 mm y dibujos para láminas de recortables, además de miles de transformaciones de kits comerciales y figuras realizadas por encargo. Gracias por estos recuerdos; esperamos los siguientes....
En recuerdo a Cid Miniaturas ,yo cuando era crío fuí bastante amigo de Julio y Javier,a mí Javier me enseño a pintar ,yo estuve con ellos al principio,me acuerdo de todo aquello y además que tengo bastantes buenos recuerdos,tengo las primeras láminasCarlistas que se sacarón de la imprenta, como aquel primer legionario de 90mm con su cabra,los primeros soldados de la historia de la marina y varios dibujo,como el que hizo a la Historia de la Bandera ke si no mal recuerdo estaba en el Múseo del Ejercito y bocetos de su querida Legión que amaba tanto Javier, me alegro ke se recuerde a estas 2 personas ,pues daban todo lo que tenían por la miniaturas, pena que en los pokos sitios ke e leído sobre este tema ,ya ke Juliuo abrió muchas puertas a lo ke aora siguen en el tema,no se les a tenído en cuenta, a sido un grato recuerdo a ver encontrado a alguien que se acuerde de estos dos grandes del soldado de plomo,yo me energullezco de ello como chaval de 17 años ke era en akel entonces y estuve día a día con ellos, os saluda un amigo para vosotros
ResponderEliminarMiguel Angel patoneshp@gmail.com
Yo también conocí a Javier. Siento mucho su fallecimiento. Era una persona genial. Recuerdo la paciencia que tenía, pues él me enseño a pintar, las luces, las sombras, etc. Tengo dos legionarios de 90mm, el abanderado y el legionario con la cabra.
ResponderEliminarÉl me enseño a pintarlas; siempre me acordaré de aquellos tiempos.
Tengo muchas figuras pintadas por Javier Morano q.e.p.d, de calidades excelentes, si os interesan las vendo, mi correo joaquinpalaciossanz@gmail.com
ResponderEliminarYo también conocí a Javier y a Julio. Primero en la Calle Pelayo y después en Goya. Javier modelaba muy bien, lástima que no pudo conseguir un mayor éxito comercial. Tengo figuras de el, como un legionario.
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